EL PUNTO A MANO COMO NUNCA ANTES LO HABÍAS VISTO
Cuando piensas en punto a mano, con dos agujas, la primera imagen que proyecta tu mente es la de una ancianita entrañable tejiendo en un confortable sillón con un cesto lleno de ovillos a sus pies. Afortunadamente hemos descubierto que la lana, como la luna, tiene dos caras.
La lana es en esencia una materia noble, más aún si es merina, trashumante y española. Si además está trabajada de forma artesanal conserva un carácter tradicional del que no puede ni debe prescindir. Sin embargo en su forma puede ser transgresora y revolucionaria y experimentar más allá del clásico suéter, adaptándose al ritmo de la moda o incluso marcando tendencias por si misma.
El punto a mano vive su mejor momento y derriba clichés a golpe de color y nuevas texturas. Abraza la novedad pero al mismo tiempo reconcilia el pasado con el presente, la historia y la moda.
Observando estas fotos nos desprendemos de ese pellizco de nostalgia que aprieta al ver como el mundo del knitting se reinventa y dinamita sus propios límites para llevarlos todavía más lejos y así incluir a quien no pensaba que hubiese nada nuevo que contar. Para una tejedora convencional esta es la editorial de moda más emocionante que ha visto en su vida, y quizás aquí, en esta ruptura de estereotipos es donde reside la brutal belleza de todo este asunto.
FOTOS : JULIA D VELÁZQUEZ